Tras semanas de careos, juicios y vistas, el jurado del caso que enfrentaba a Samsung y Apple en San José ya tomó una decisión: Samsung había infringido dos patentes de Apple en cuanto al diseño de sus smartphones, y este plagio abarcaba a la gran mayoría de teléfonos de la marca coreana, por lo que debería pagarle a Apple 1.000 millones de dólares, unos 800 millones de euros, como indemnización. Aquí te explicamos los detalles de la sentencia.
Cuando hace un año Apple demandaba a Samsung ante la justicia estadounidense por infringir ciertas patentes que los de Cupertino habían registrado, muy pocos pensaban que la jugada les iba a salir bien, ya que habían perdido otras luchas anteriores en circunstancias muy parecidas.
Sin embargo, esta vez Apple se ha llevado el gato al agua, ya que el jurado federal de San José (California) ha dictaminado que Samsung es culpable de haber copiado parte de sus diseños y patentes para su gama Galaxy S y su tablet Galaxy Tab. Por ello, Samsung ha sido condenada a pagar cerca de 800 millones de euros a la firma creada por Steve Jobs.
El litigio parecía estar bastante igualado, y las dos megaempresas habían discutido en la corte sobre el proceso de creación de sus terminales. Parece ser que las declaraciones de Apple y las pruebas aportadas convencieron al jurado, que le ha dado una victoria clara y sin paliativos sobre los surcoreanos.
En palabras de Katie Cotton, la portavoz de Apple, «la demanda de patentes iba mucho más haya del dinero, era por valores. Valoramos la originalidad, y estamos muy satisfechos con la sentencia, ya que advierte que robar no esta bien». Cotton declaró también que los plagios en patentes de diseño eran mucho más profundos de lo que ellos mismos habían imaginado en un principio.
Por su parte Samsung también ha redactado un comunicado en el que lamenta profundamente el perjuicio que la sentencia tendrá sobre los consumidores, ya que en su opinión «la sentencia va a favor de Apple, pero en contra del consumidor. No se puede dar el monopolio a una sola empresa para crear dispositivos cuadrados de esquinas redondeadas. El cliente debe saber lo que compra y qué producto está adquiriendo. Esta sentencia reducirá el número de opciones, y también hará que el precio de los teléfonos aumente.»
Aunque la sentencia deja poco lugar a las dudas y la victoria de Apple, al menos en el tribunal, es incuestionable, Samsung dice que no será la última palabra, ya que aun puede apelar la decisión, y como ya sabéis, no es la única disputa que se mantiene abierta entre esta dos empresas. Habrá que ver en que acaba todo esto, pero lo que parece claro es que esta demanda servirá de ejemplo a muchas otras marcas, que seguramente se pensarán ahora dos veces «imitar» a Apple al realizar sus smartphones.