La verdad es que la noticia no nos sorprende. No será ni la primera ni la última vez que las grandes empresas del mundo tech se equivocan a la hora de hacer sus cálculos estimados de ventas, o que sufren problemas con sus proveedores, de tal manera que se les hace imposible cubrir la demanda inicial del lanzamiento del producto. Y esto es lo que le ha pasado esta vez a Apple a la que le resulta imposible cubrir lo que los consumidores hemos demandado a través de las Apple Store y que no pueden enviar a tiempo ni el iPad Mini ni el iPad de cuarta generación.
Así, las fechas de envío estimadas para los consumidores que ya encarguen un iPad Mini o un iPad de cuarta generación se han pospuesto, y en lugar de verse el 2 de noviembre como día, ya que ese es el elegido para su salida a los principales mercados, entre los cuáles se encuentra también España, se han cambiado ahora por el plazo de dos semanas, lo que supone que no lo tendrán en su casa hasta el 9 de noviembre, que era la fecha que barajábamos en un principio como el día de un segundo lanzamiento.
Está claro que esto supone que muchos desesperen en la espera, pero también son buenas noticias para Apple, que aunque ha de preguntarse cómo no han sabido calcular la demanda, puede estar también contenta porque sus ventas parecen ir viento en popa.