Neuralink es una empresa de Elon Musk, el CEO del fabricante de coches eléctricos Tesla y la empresa aeroespacial SpaceX, que tiene como objetivo desarrollar interfaces entre el cerebro y las máquinas.
Neuralink, es una nueva tecnología en la que mediante pequeños cables y un chip que serán implantados en el cerebro, lograrían una comunicación directa entre la mente humana y ordenadores.
La empresa Neuralink presentó ayer su primer proyecto de tecnología al público, y será utilizado principalmente para dar a los paralíticos la capacidad de controlar dispositivos como ordenadores y teléfonos a través del cerebro.
El primer avance tecnológico que presentan son los «cables» que se implantarán en el cerebro. Se dice que su novedoso diseño tiene menos posibilidades de dañar el cerebro que los materiales utilizados actualmente en este tipo de interfaces. Según asegura un documento científico publicado por la empresa, el uso de estos cables ofrece la posibilidad de transferir una mayor cantidad de información incluida en 3072 electrodos distribuidos en 96 hilos. Estos hilos tienen entre 4 y 6 mm de ancho, bastante más finos que el cabello humano.
Matthew Nagle fue la primera persona con parálisis que recibió un implante cerebral en el año 2006. Esto le permitió controlar el cursor de una computadora. Este sistema le permitió a Nagle jugar al Pong usando sólo el pensamiento y le tomó solo 4 días aprender a hacerlo. El sistema insertado en Nagle y los otros pacientes con parálisis, se llama BrainGate y fue desarrollado por la Universidad de Brown. Desde entonces, se han desarrollado varios programas de investigación y desarrollo de implantes similares.
Esta nueva tecnología es un gran avance sobre BrainGate, que a su vez se basaba en un sistema de Utah Array, que consiste en un conjunto de agujas que permite utilizar 128 canales. Neuralink promete 3072 canales, lo que significa que hay mas información que pasa del cerebro a la máquina.
Otro avance es que a diferencia e las agujas, estos cables Neuralink no son rígidos y se adaptan al movimiento natural del cerebro sin causarle daño.
Pero, la tecnología presentada por Neuralink es más flexible y por lo tanto mas difícil de insertar en el cerebro que la de Utah Array. Para resolver este problema, la compañía desarrolló un robot quirúrgico capaz de insertar automáticamente seis alambres ó 192 electrodos, por minuto. El robot es capaz de evitar los vasos sanguíneos, que según la empresa causan menos inflamación debido al procedimiento.
Neuralink también ha anunciado el desarrollo de un chip especial para la lectura de neuronas: el sensor N1. de Neuralink está diseñado para ser insertado en el cuerpo humano y transmitir datos de forma inalámbrica desde el cerebro a la computadora, controlado por una aplicación de smartphone.
Actualmente el desarrollo de esta tecnología se está realizando con ratones para estabilizar la plataforma. Según Matthew MacDougall, cirujano jefe de Neuralink, la primera preocupación es la seguridad y su objetivo es que esta tecnología sea insertada en las personas que la necesitan sin necesidad de anestesia general.